lunes, 6 de junio de 2011

El derecho de soñar, el derecho al delirio.

¡Que tal si deliramos por un ratito!:


Que tal si clavamos los ojos mas allá de la infamia para adivinar otro mundo posible, el aire estará limpio de todo veneno que no provenga de los miedos humanos y de las humanas pasiones, en la calle los automóviles serán aplastados por los perros, la gente no será manejada por los automóviles, ni será programada por el ordenador, ni será comprada por el supermercado, ni será mirada por el televisor, el televisor dejara de ser el miembro más importante de la familia y serán tratados como la plancha y el lavarropas, se incorporara a los códigos penales el delito de estupidez que comenten quienes viven por tener o por ganar en vez de vivir por vivir nomás, como canta el pájaro sin saber que canta y como juega el niño sin saber que juega, en ningún país irán presos los muchachos que se niegan por ir al servicio militar, si no los que quieran cumplirlo, nadie vivirá para trabajar pero todos trabajaremos para vivir, los economistas no llamaran  nivel de vida al nivel de consumo ni llamaran calidad de vida a la cantidad de cosa, los cocineros no creerán que a las langostas les encanta que las hiervan vivas, los historiadores no creerán que a los países les encanta ser invadidos , los políticos no creerán que a los pobres les encanta comer promesas, la solemnidad se dejará de creer que es una virtud y nadie, nadie tomara en serio a nadie que no sea capaz de tomarse el pelo ,la muerte y el dinero perderán su mágicos poderes y ni por defunción ni por fortuna se convertirá el canalla en virtuoso caballero, la comida no será una mercancía ni la comunicación un negocio por que la comida y la comunicación son derechos humanos, nadie morirá de hambre porque nadie morirá de indigestión, los niños de las calle no serán tratados como si fuera basura por que no habrá niños de las calle, los niños ricos no serán tratados como si fueran dinero por que no habrá niños ricos, la educación no será el privilegio de quienes puedan pagarlo y la policía no será la maldición de quienes no puedan comprarla, la justicia y la libertad -hermanas siamesas condenadas a vivir separadas- volverán a juntarse, bien pegaditas, espalda con espalada, en Argentina las locas de la plaza de Mayo serán un ejemplo de salud mental, porque ellas se negaron olvidar en los tiempos de amnesia obligatoria, la Santa Madre iglesia corregirá algunas erratas de la tablas de Moisés y el sexto mandamiento ordenara: festejar al cuerpo, la iglesia dictara otro mandamiento que se le había olvidado a Dios ¡amaras a la naturaleza de la que formas parte! serán reforestados los desiertos del mundo y los desiertos del alma, los desesperados serán esperados y los perdidos serán encontrados por que ellos se desesperaron de tanto esperar y ellos se perdieron por tanto buscar, seremos compatriotas y contemporáneos de todos los que tengan voluntad de belleza y voluntad de justicia, hayan nacido cuando hayan nacido y hayan vivido donde hayan vivido sin que importe ni un poquito las fronteras del mapa y del tiempo, seremos imperfectos por que las perfección seguirá siendo el aburrido oficio de los dioses, pero en este mundo chambón y jodido seremos capaces de vivir cada día como si fuera el primero y cada noche como si fuera la última.

Eduardo Galeano.

lunes, 11 de abril de 2011

Luna húmeda

Cuanto me gusta saberte mojada:

Luna empapada por la fresca lluvia de mis dedos

Y que me riegues con tu fluir y me hagas crecer

Como una flor que en la mañana

se aviva mirando el invisible cielo

Y despeja el mar de sus pensamientos.



Cuanto me gusta que nuestras mareas embravecidas

se enciendan y yo con la posibilidad de ahogarme

Y perderme en el laberinto tibio de tu inestabilidad

Con esos ojos frágiles que casi se pueden romper:

Como cristales, como memorias, como tus sueños

En muchos trozos irreconciliables.

Y que tal vez todo sea mentira.

Niña tumbada en el regazo de su madre,

Con ojos de luna preñada en sueño,

Menguante y jugosa, litchie crepuscular.



Tan escurridiza como el pichón de mi ventana,

Tan lábil como tu camino, como mí destino.

Como el destino de todos los que estamos aquí dentro

En este manicomio de miedo,

Encerrados en estas cuatro paredes

Detrás de los ojos.



Cuanto adoro recorrer la húmeda vereda de tus esperanzas

Cual caminante extraviado en espera del claro que reverdece.

Y cuando mi estrella llega al cenit y desde lo alto bebe de tu claro de luna

Hundirme en tus brazos y hundir mi sol radiante debajo de tu húmeda piel.

Atestiguando la caricia de tus piernas y los abrazos de ritmo solar

Mi noche levanta los parpados, y la claridad dulcemente se enfila.

L a ciudad se apaga y se prende el día .





Adoro tu leve geografía adormecida, de montaña serena,

tus destellos líquidos, tus ríos subterráneos,

tus cascadas rítmicas, el sueño de tus nalgas,

¡“oh el sueño de tus nalgas es miel”¡

Pero sobre todo tu ardiente mar donde cual porfiado buzo

Me sumerjo sin rechistar

sin mapa y con los puños vacíos.

Vacíos de tanto amar

lunes, 28 de febrero de 2011

Otra versión de la muerte



Escurren sollozos por entre mis dedos

cual riachuelos frescos buscando el mar,

que es también su muerte,

fluyen dislocados, rompiendo la paz.


Las ansias se desprenden, vuelan como hojas

descosidas de  ramas, mariposas verdes

que antes fueron deseo, y ahora mutadas

Son caricia húmeda y salada.



En la obscuridad los labios se buscan,

Se van descubriendo a ciegas, y a ciegas

se entregan, y a ciegas se matan, a ciegas se hieren,

Así renuncian y después vuelven.



La noche toca nuestros cuerpos, los envuelve,

los va amarrando uno al otro, sin darse cuenta

y como que no quiere la cosa

nos encontramos frente a frente

más desnudos que la misma muerte.



Creo que ya es hora.

¡Si ya es hora¡

sin que lo note apunto mi pistola

y le ensarto mil disparos

con toda la suavidad del mundo

y sin prisa la mato.

Poquito a poquito se desploma en mi regazo

Y mientras la noche nos abraza,

quedo también yo muerto en sus brazos .



En la obscuridad los labios se buscan,

La noche nuestros cuerpos abraza.

Desde mi muerte veo la luz

Que entre tus piernas me llama.

jueves, 3 de febrero de 2011

Amistad en la tierra




¡Que haya amigos aquí!

Es tiempo de conocer nuestros rostros.

Tan solo con flores se elevara nuestro canto.

Nos habremos ido a su casa,

Pero nuestra palabra vivirá aquí en la tierra.

Iremos dejando

Nuestra pena : nuestro canto.

Por esto será conocido,

Resultará verdadero el canto.

Nos habremos ido a su casa,

Pero nuestra palabra

Vivirá aquí en la tierra.

La tinta negra y roja, Antología de poesía náhuatl, Miguel León Portilla

miércoles, 12 de enero de 2011

Reserva de la biosfera de Shan khaan

                          (R.B Shan kaan, riviera maya, diciembre 2010) 

"El arte, la gloria, la libertad se marchitan,
pero la naturaleza simpre permanece bella"
Lord Byron